"La filosofía práctica intervencionista aspira a generar pensamiento autónomo a su alrededor para empoderar a la ciudadanía"
SIEMPRE había tenido contacto con diferentes técnicas para llevar el humanismo y la eticidad a la sociedad, y hasta para salvar ciertos valores en la era de la información; aunque la metodología más aceptable que se me antoja en estos tiempos de crisis es la fórmula del proyecto Filosofía en la Calle: la "filosofía práctica intervencionista". Por su nomenclatura la ecuación que voy a describir tiene distintos significados. En primer lugar el carácter práctico de la filosofía: ante el divorcio entre el academicismo y la realidad social, la filosofía práctica afirma su carácter práctico como única para luchar contra el bloqueo (patología) de la filosofía y su mercantilización dentro de la cultura de masas. Esto es una filosofía que enfatiza las relaciones entre pensamiento y acción humana: es decir, que lleva las ideas a la realidad mediante acciones concretas. Para ello estudia y analiza el entorno para describir unos objetivos y fines, fundamentados. Las relaciones del nuevo nexo entre filosofía y realidad se aproximan más a la política, ética y estética. Es importante decir que esta no es en absoluto la filosofía práctica de la consultoría filosófica de los 80 (asesoría complementaria de la psicoterapia), pues no es individualizada sino colectivista; y no aspira a tejer cursos ambiguos de formación sobre el autoconocimiento. Todo lo contrario, pretende transformar la sociedad desde el juicio ético y la acción en la vía pública. Tampoco guarda relación ninguna con la filosofía instrumental, tan extendida hoy en el marco de la empresa y el Coach. En sí la filosofía práctica de este proyecto aspira a deconstruir a la misma filosofía práctica, tan empobrecida desde hace algunas décadas por la tergiversación, para así reconstruirla. Por otro lado se trata de una filosofía práctica intervencionista: esto es así ya que este proyecto ambiciona a la regulación social, como una apropiación de la realidad para mejorarla desde los criterios impuestos por la ciudadanía. Con esto decimos que existe la tendencia a inmiscuirse en los problemas de la sociedad y al mismo tiempo a participar en ellos. Con la filosofía práctica intervencionista el proyecto filosofía en la calle pretende llevar la filosofía a la ciudadanía y convertirla en una herramienta necesaria para el empoderamiento de las personas, a través del aprendizaje del pensamiento autónomo y crítico.
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