La “dictadura del empresariado”

Óscar Sánchez Vadillo

Mataría por un Premio Nobel de la Paz.

Steven Wright

Está claro que el hombre es el único animal que tropieza dos veces con los mismos nazis. El electo (con más trucos que un circo chino, estoy seguro, algo que va a transformar el mundo radicalmente no se puede dejar en manos del capricho del pueblo, y ya Bush Jr. ganó las dos veces con trampas, una en Florida y la otra en Ohio) Presidente de los EEUU -¡in Trump we trust!- convocó hace una semana a todo el alto estamento militar a acudir a una suerte de concentración de Nüremberg para anunciarles que a partir de ese momento ellos iban a ser la Wehrmacht, la Waffen-SS, las SS, las SA de Röhm y hasta “polis de guardería”, todo a la vez, como los guardianes de la República de Platón, y ninguno de los generalotes replicó ni media palabra1. Eso es lo que más inquieta de las muchas medidas fascistoides y peligrosas que se están tomando desde la Casa Blanca2: que muy pocos con un cargo o al menos con alguna visibilidad fuera del mundo del espectáculo dicen que esta boca es mía, de manera que no solamente nos hemos dado cuenta de que los célebres contrapesos de la democracia no estaban ahí, que eran tan espectrales como el traje nuevo del emperador, sino que nadie, entre las élites de ese país, estaba realmente a favor del sistema anterior3. En vez de eso, supongo que lo que realmente les preocupa ahora es reubicarse, “salvar el culo” como dicen por allí, asegurarse de salir en la foto antes de ser sospechosos de algo como paso previo a ser cesados fulminantemente, como Musk hizo con tantos funcionarios y Trump, la abominación naranja, con todos aquellos, incluidos fiscales, que le entorpecieron antaño.

¿Y qué era la democracia antes del ascenso de la conjura MAGA? Pues la democracia era algo así como el control indirecto del capital sobre el poder, mientras que el fascismo iliberal a que nos dirigimos actualmente es el control directo del capital sobre el poder, a la porra los complejos. Para ello, Trump y sus secuaces están recuperando el concepto de lo político de Carl Schmitt, pero sin la finura y los equilibrios propuestos por el viejo Carl Schmitt. La división entre amigos y enemigos es hoy más nítida que nunca: amigos son aquellos que a los que va a respetar, al menos de momento, el cambio climático, y enemigos son aquellos que se van a llevar lo peor del mismo4 (que, para colmo, los amigos niegan que exista de cara a la galería...) Porque, en el fondo, China no tiene por qué ser una potencia enemiga del bloque atlántico -más Israel-, ya que la política de Trump, por lo que vamos viendo, cada día se parece más al capitalismo de Estado chino, con vigilancia de la población, propaganda en la alcantarillas de TikTok y censura incluidas5.

Esto es lo que mi amigo Alejandro Escudero -o al menos yo se lo he escuchado a él- denomina “la dictadura del empresariado”, con la diferencia respecto de Marx de que aquí no se aspira a abolir finalmente el Estado, puesto que, por mucho que los voceros de la ultraderecha vayan de libertarios, magnates como Trump saben muy bien que sin el Estado como red ningún agente económico tendría el valor de realizar sus acrobacias, algo que puede comprobarse perfectamente también en China. ¿Qué significa realmente MAGA?: pues Make Arios Great Again.

1https://elpais.com/internacional/2025-09-30/trump-advierte-a-los-altos-mandos-militares-sobre-una-invasion-interior-en-estados-unidos.html

2 https://elpais.com/opinion/2025-09-22/el-fin-de-la-democracia-estadounidense.html

3 Afortunadamente, comienzan a aparecer, como el gobernador de California o el de Illinois, peces muy gordos.

4 Luciano Canfora: Que esta lucha contra los inmigrantes procedentes de mundos excoloniales tenga en su base una especie de repugnancia racista se deduce del entusiasta automatismo con el que, aparentemente, entre 2022 y 2023, una docena de millones de inmigrantes ucranianos fueron absorbidos e integrados en apenas 20 meses, de Francia a Polonia, de Austria a Italia y Alemania. Otras fuentes hablan de seis millones; cifras, en cualquier caso, incomparablemente superiores a las de los desgraciados cuya llegada suscita histeria, alarma y “decretos de seguridad “ (págs. 19-20, El fascismo nunca ha estado muerto, seriecero).

5 Además de apropiarse de la Reserva Federal, con la intención que se analiza con gran agudeza aquí: https://dialektika.org/trump-y-la-reserva-federal/

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