Vengo dando clases de manera continuada desde hace más de veinte años, en diferentes niveles y de asignaturas diferentes. Casi desde el principio, pero no siempre, he empleado el diario de clase como instrumento para mis lecciones. Me ha permitido descubrir almas sensibles y entendimientos agudos; también otras cosas. Esto es algo así como un producto destilado de esos años y de esas clases.
Próximamente pondremos a vuestra disposición el libro.
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