top of page
Buscar

Atajos filosóficos (206-215)



Óscar Sánchez Vadillo




206- El discreto espanto de la burguesía: Navidad en todos sus hogares…





207- Sobre el origen de la televisión: como el s. XX hizo visible el mundo y su constitutiva iniquidad como nunca, hubo que taparlo con entretenimiento vistoso a toda costa, a toda prisa y en horario 24/7.





208 (Farewell to words, I) Ciertamente, la pregunta por la Realidad Absoluta en filosofía ha llevado a ensayar dos tipos respuestas enteramente distintas, dependiendo de la prioridad conferida o bien a la realidad última de la cual se habla en términos de “absoluteza”, o bien al lenguaje mismo con el que nos expresamos en estos términos, de modo que (por medio de una operación abstracta y apartada del sentido común que, sin embargo, se ha hecho ya inconsciente en las ciencias), pasa a convertirse él mismo en el referente absoluto de todo discurso. Platón y Hegel figuran respectivamente en el remoto principio y en el posible final del segundo tipo de repuestas, o sea, de aquellas que hipostatizan un lenguaje depurado como dueño de la Representación Absoluta. Bergson, en cambio, entroncó de forma original con el primer tipo de respuesta, una tradición distinta (la del Obispo Berkeley, Schopenhauer, etc.) de rechazo del concepto como unidad lingüística y comunicativa capaz de aprehender el fondo substancial de la realidad. Bergson denominó “platonizar” a esta predisposición a anteponer la imagen, el concepto, el número o el símbolo a las realidades que pretenden evocar, sustituyéndolas así por el molde de una categoría dada, artificial y por tanto preexistente. El trabajo de Kant mostró a sus epígonos que esta manera platonizante o intelectualizante de entender las cosas reduce el problema de la filosofía al relativismo, puesto que esos “moldes” no pueden pensarse verdaderamente más que como proyecciones mentales del conocimiento humano. En este punto es donde Bergson viene a “dejar tieso” -dijo a la sazón William James- al platonismo de un lenguaje de símbolos cosificado y “libera de sus cadenas” a la sola expresión desnuda de la inmediatez de nuestra experiencia: la pura y simple fenomenología de lo vivido como memoria y percepción -tanto del cuerpo como del espíritu. Lo que nos ofrece bajo los moldes simbólicos que encasillan la experiencia con fines eminentemente prácticos es más bien una serie compleja de vivencias únicas y radicalmente heterogéneas que se agrupan no obstante en el marco de una continuidad característica que es también la de nuestras propias vidas. La filosofía de Bergson se orienta hacia el desentrañamiento de esta singular continuidad, la cual, articulada por la experiencia pre-simbólica y pre-conceptual de la Duración, se opone frontalmente a lo que él denominaba la concepción cinematográfica del conocimiento.





209- (Farewell to words, y II) La Carta a Lord Chandos de Hugo von Hofmannsthal. Este tipo de cuento nunca me ha convencido: o bien es el místico que pide acrítico asentimiento pero nada en él da muestras en su conducta de una experiencia superior (ya escribió Ortega sobre eso), o bien es el místico que no para jamás de hablar de lo que, según él, no se puede hablar. Ambas me parecen estrategias de ligón argentino o, peor, de un Charles Manson de tercera, y eso con suerte. Además, hay un argumento filosófico ya tradicional y de peso que viene a confirmarse aquí: lo que oculta Lord Chandos es una filosofía de la presencia, del Vörstande, como si las cosas no tuvieran uso y función -Zuhände, en el lenguaje de Ser y Tiempo ¿No resulta extraño y hasta sospechoso todo un librito tejiendo palabras para comunicarnos la pérdida de las palabras y su sustitución por la presencia directa, no mediada, de la cosa en su patencia singular? ¿Cómo era eso de Juan Ramón: “no la toquéis/ que así es la rosa”. Para colmo, le sirve a Hofmannsthal de perfecta excusa para conseguir el efecto poético sin practicar técnica poética alguna.





210- Estoy intonso.




211- La Trilogía del Anillo rodada por el tal Peter Jackson más que unas películas milmillonarias supuso la inscripción del epitafio en la tumba de la naturaleza salvaje.




212- La sociedad de consumo es lo opuesto a la navaja de Ockham: siempre multiplica los entes sin necesidad...




213- La pregunta más decisiva sobre la muerte es si cierra la puerta por dentro o por fuera…





214- La grandeza que intuimos en los ilustres personajes del pasado, por ejemplo Napoleón, está considerablemente relacionada con su medio de transporte o montura, los magníficos caballos.





215- La frase “eso sólo ocurre en las películas” es un criterio de demarcación entre la verdad y la mentira tan legítimo como los que se inventan los epistemólogos.

39 visualizaciones0 comentarios

Entradas recientes

Ver todo

Comentários


bottom of page